Raphael Collignon abrió la serie con una victoria ajustada ante Corentin Moutet por 2-6, 7-5 y 7-5. El francés controló el inicio y se adelantó con autoridad, pero su nivel se desplomó en el tramo decisivo.
Un error insólito en el cierre del segundo set marcó el quiebre del partido, porque Moutet intentó un punto de fantasía y terminó golpeando la pelota contra su propio pie.
Desde ese instante perdió el control del juego y desperdició una ventaja de 40-15 en el 6-5 del tercer set, que terminó cediendo con una doble falta que entregó el primer punto a los belgas.
Zizou Bergs selló la clasificación con un triunfo sólido ante Arthur Rinderknech por 6-3 y 7-6 (4). El número 43 del mundo sostuvo la presión del cierre y resistió dos bolas de set en la segunda manga antes del desempate.
Con una ventaja temprana en el tie-break, aseguró un resultado que frustró a un equipo francés que había ganado los últimos cuatro enfrentamientos directos, incluida la final de 2017.
El conjunto dirigido por Steve Darcis, dos veces subcampeón en la era abierta, recuperó protagonismo internacional tras siete años de ausencia en semifinales.
El cruce de la próxima instancia será ante el ganador del duelo entre Italia y Austria, que definirá al rival de los belgas en la carrera hacia la final de Turín.
Los otros emparejamientos de cuartos completan un cuadro exigente con España frente a República Checa y Argentina ante Alemania, que contará con Alexander Zverev.