Consultados por Puntal, vecinos del sector del Concejo expusieron su cansancio y pidieron retirarlos de allí: "Si pudieran sacarlos de la zona sería una tranquilidad".
Una mujer comentó que los trapitos "se manejan con una tarifa, piden diez mil pesos por el lavado del auto, sí o sí", es decir, "no es voluntario". Además, "te quieren enchufar las bolsitas a toda costa porque sino te rompen el auto o te lo rayan".
Agregaron que observan "peleas todos los días".
El 26 de junio, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza para regular la actividad de los trapitos y sancionar el cobro compulsivo de dinero por el estacionamiento, contemplando multas económicas y la posibilidad de retirar beneficios sociales a quienes reincidan.
Los vecinos ubicados en proximidades de Sobremonte y Granaderos también vienen reclamando desde hace años la grave situación por la presencia de los cuidacoches, con corridas, gritos y momentos de tensión a cualquier hora del día.
El hecho más grave de las últimas horas se registró en Sobremonte 75, con un hombre de 33 años que se encuentra internado en estado delicado en la terapia intensiva del Hospital San Antonio de Padua.
El sector del Concejo Deliberante y el Viejo Mercado se convirtió en uno de los espacios más disputados por los trapitos en las últimas semanas.
El sábado 6 de septiembre, un joven fue atacado por otro sujeto violentamente provocándole cortes y hematomas en distintas partes del cuerpo, por lo que fue derivado al Hospital San Antonio de Padua, mientras su agresor se dio a la fuga.
El pasado lunes, una riña en el sector motivó la intervención policial y de la Guardia Urbana. Fue aprehendido un hombre mayor de edad que se encontraba alterando el orden público. Durante su traslado a sede policial, el individuo provocó daños en una puerta de ingreso, resultando con una lesión cortante en la cabeza.
En el mismo episodio, un efectivo policial sufrió heridas leves por los vidrios rotos, siendo ambos asistidos en el Nuevo Hospital San Antonio de Padua.
La normativa que entró en vigencia a mediados de julio busca garantizar la libre circulación en el espacio público y, a la vez, ofrece un abordaje social para quienes realizan esta labor, incluyendo la posibilidad de acceder a alternativas laborales. En menos de tres meses de funcionamiento, fueron traslados a sede policial casi una veintena de trapitos desde distintos puntos de la ciudad, algunos de ellos por hechos de robo o hurto.
El pasado 23 de agosto, la Guardia local detectó la presencia de un sujeto que había sido retirado de la zona del Viejo Mercado realizando la actividad, por lo que se le secuestró un balde, cepillos, bolsas de consorcio y otros elementos. En el sector había provocado disturbios y molestias en ocasiones anteriores.