La medida se enmarca a partir de una actualización en el Calendario de Vacunación Nacional, que busca reforzar esta inmunidad a una edad temprana, reducir el período de susceptibilidad y prevenir que se presenten complicaciones graves.
Vale recordar que se trata de una inmunización que protege a niños y niñas contra sarampión, rubéola y paperas; y que cuenta con una primera dosis a los 12 meses.
La actualización alcanzará a niños nacidos desde el 1 de julio de 2024 en adelante; mientras que aquellos que nacieron hasta el 30 de septiembre de 2024, continuarán recibiendo la vacuna entre los 4 y 5 años de edad, de acuerdo con la
cohorte correspondiente.
“Esta modificación permite asegurar una protección individual y temprana para estos niños, asegurando las dos dosis necesarias que dan una mejor respuesta inmunitaria para proteger contra el sarampión, la rubéola y la papera. Sabemos que no contar con estas dos dosis aumenta el riesgo de reintroducción del virus a nuestro país”, explicó Sandra Belfiore, jefa del Departamento de Inmunizaciones.
Cabe mencionar que también la rubéola en embarazadas representa un riesgo, ya que puede provocar síndrome de rubéola congénita, con graves consecuencias para el recién nacido.
La disposición se da a raíz de las bajas coberturas de vacunación que se registran en todo el país, con el fin de sensibilizar e insistir a las familias a que completen sus vacunas de calendario, especialmente a la población de recién nacidos y niños pequeños.
Esta necesidad se agudiza a partir de los casos de sarampión en el país (se notificaron 36 casos durante 2025), de los brotes de esta enfermedad a nivel mundial, y el consecuente riesgo de reintroducción en Argentina de esta y otras enfermedades prevenibles con vacunas.
Acerca del sarampión
El Sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa. Se transmite por vía aérea y puede permanecer activo en el ambiente o sobre superficies durante hasta dos horas.
En algunos casos, puede generar complicaciones graves e incluso provocar la muerte.
Los síntomas frecuentes incluyen: fiebre alta, manchas rojas en la piel, secreción nasal, conjuntivitis y tos. Si bien puede afectar a personas de cualquier edad, suele ser de mayor gravedad en niños y niñas menores de cinco años.
Ante la aparición de algunos de estos síntomas, se debe acudir a una consulta médica temprana.