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Prevenir, contener y acompañar: los desafíos de la medicina en la lucha contra el cáncer de mama

En el marco de Octubre Rosa, el director de la Maternidad Kowalk, Diego Cagnolatti, especialista en ginecología y obstetricia, reflexiona sobre la importancia del diagnóstico precoz, la personalización de los estudios y la contención emocional de las pacientes

En Argentina, el cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica en mujeres, pero detectado a tiempo tiene más del 90% de posibilidades de curación.

En nuestro país, se diagnostican 22 mil casos nuevos por año y fallecen unas 5.700 personas a causa de ello. Si bien el riesgo de contraerlo aumenta con la edad, la mayoría se diagnostica después de los 50 años, aunque puede aparecer antes, sobre todo si hay factores de riesgo. Hay casos en mujeres jóvenes que tienen origen en la predisposición genética (mutaciones conocidas como BRCA1 y BRCA2), antecedentes familiares y estilos de vida. Sin embargo, la mayoría de los casos son esporádicos.

Con esta premisa, cada mes de octubre las instituciones de salud renuevan sus estrategias de prevención y concientización. En Río Cuarto, la Maternidad Kowalk impulsa este año no solo campañas de prevención y control, sino también talleres de acompañamiento emocional para mujeres que atraviesan la enfermedad. “El pilar sigue siendo el examen clínico, la ecografía y la mamografía. Pero la elección del estudio depende de la edad y de la densidad mamaria de cada paciente”, explica el doctor Diego Cagnolatti, especialista en ginecología y obstetricia (M.N. 99081 – M.P. 28693/2 – M.E. 13883), y director de la Maternidad Kowalk de Río Cuarto.

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Además, sostiene que el autoexamen puede ayudar a reconocer cambios en las mamas pero que el método con evidencia para bajar la mortalidad es la mamografía en programas organizados y que, en ese contexto, deben estar atentos a síntomas tales como la aparición de bultos nuevos, cambios en la piel y en la zona del pezón, secreción sanguinolenta, retracción, asimetrías y endurecimiento del ganglio axilar.

En ese sentido, el especialista enfatiza que el “screening” —la búsqueda activa de lesiones antes de que den síntomas— debe adaptarse a cada mujer.

“La mamografía se recomienda a partir de los 40 años, cuando la mama ya tiene más componente graso y el estudio logra buena definición. Pero si una paciente de 50 años tiene una displasia mamaria, por ejemplo, o una mama muy densa, la ecografía sigue siendo necesaria”, detalla.

La displasia -aclara- “es una patología benigna y muy común, pero dificulta la lectura de la mamografía”.

En esos casos, la combinación de métodos es fundamental. “Si la mamografía no ofrece claridad, se recurre a la ecografía y eventualmente a la resonancia. Lo importante es no estandarizar el diagnóstico: cada caso debe evaluarse individualmente”, enfatiza Cagnolatti.

Prevención y controles

El profesional subraya que el cáncer de mama es asintomático en sus primeras etapas. “El autoexamen sirve, pero cuando una mujer llega a palparse un nódulo, ese tumor ya mide alrededor de dos centímetros. Y con ese tamaño, hay riesgo de metástasis axilares”, explica.

Por eso considera que el autoexamen debe complementarse siempre con estudios periódicos. “Hablamos de controles anuales, o cada dos años si los resultados son normales. El cáncer de mama no evoluciona agresivamente en ese lapso, por lo que la clave está en mantener la continuidad de los chequeos”, resalta Cagnolatti.

Además, sostiene que los avances en biología molecular e inmunohistoquímica permiten identificar con mayor precisión el tipo de tumor y su comportamiento. “Hoy sabemos que algunos tumores tienen receptores de estrógenos, y por eso responden a terapias antiestrogénicas”, precisa Cagnolatti.

El proceso de diagnóstico incluye además la estadificación del tumor, que evalúa si existen metástasis en ganglios, huesos o columna. “El compromiso de los ganglios axilares o supraclaviculares cambia el pronóstico. Por eso, se realizan estudios complementarios como tomografías, resonancias o centellogramas óseos. El objetivo es saber hasta dónde llegó la enfermedad y actuar en consecuencia”, señala.

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Acompañar y contener

Más allá del diagnóstico y el tratamiento, el director de la Maternidad Kowalk destaca la importancia del acompañamiento emocional.

“Octubre Rosa no es solo prevención, sino que implica también acompañar a las pacientes que están cursando la enfermedad y a sus familias. El cáncer de mama angustia a todo el entorno y por eso estamos implementando talleres de contención para mujeres que están en tratamiento o en recuperación, para que encuentren un espacio donde hablar, compartir y sentirse contenidas”, subraya.

El médico explica que la Maternidad Kowalk trabaja también en la digitalización de estudios, una herramienta que considera clave, tanto para profesionales como para pacientes.

“Estamos digitalizando ecografías y mamografías para que los médicos puedan acceder a las imágenes desde cualquier lugar. Antes, muchas pacientes se iban con un CD que nadie volvía a mirar. Hoy las imágenes se guardan en la nube y cualquier profesional autorizado puede verlas en tiempo real. Eso evita pérdidas, facilita segundas opiniones y acelera diagnósticos”, dijo.

“Hay que ir a buscar a la gente”

Uno de los desafíos más grandes -considera Cagnolatti- está en el acceso. El sistema público ofrece mamografías sin costo con el desafío de aumentar la cobertura, acortar los tiempos entre hallazgo y tratamiento, y garantizar el acceso igualitario.

“En el sector público debemos ir a buscar a las mujeres. Muchas no tienen recursos, no saben qué es una mamografía o un Papanicolaou, por ejemplo. Si una paciente viene al consultorio por anticoncepción o control ginecológico, hay que aprovechar ese momento para ofrecerle el estudio. Quizás no vuelva al año siguiente por los costos que le implica movilizarse desde su hogar, entonces, hay que ofrecerle todos estos estudios en esa visita”, manifestó.

Esta mirada integral también se aplica a la lectura de resultados. “A veces una paciente se hace una mamografía, se va y no vuelve más. Con el sistema digital, si observamos una imagen sospechosa, podemos identificar a la paciente y contactarla para que vuelva. Ese seguimiento es parte del nuevo enfoque de la Maternidad: no esperar al cáncer, sino salir a buscarlo”, señaló Cagnolatti.

Y añade: “El cáncer de mama no duele, y por eso digo que hay que ir a buscarlo antes de que aparezca. Si lo detectamos a tiempo, el pronóstico es excelente”.

“Córdoba Rosa”

Durante todo el mes de octubre se realizan múltiples actividades a nivel municipal y provincial para visibilizar y concientizar respecto del Cáncer de Mama.

Entre ellas, se destaca la realización de las “Terceras jornadas de capacitación conjunta teórica y práctica en cirugía mamaria oncológica y reconstructiva”. La iniciativa provincial, que se realiza por tercer año consecutivo, tendrá lugar desde el lunes 20 hasta el viernes 24 de octubre, de 8 a 17.30, en el Nuevo Hospital San Roque, de la ciudad de Córdoba.

Dicho evento es organizado por la Unidad de Mama “Polo Sanitario Oncológico Mamario Córdoba”, integrada por equipos de salud de los hospitales Nuevo San Roque, Rawson, Oncológico, Córdoba y otros servicios clínicos y quirúrgicos oncológicos de hospitales provinciales; junto a la fundación Mission Plásticos de Estados Unidos.

La capacitación tiene como objetivo actualizar y reforzar los aspectos clínicos-quirúrgicos del cáncer de mama y su faceta reconstructiva; enseñar técnicas quirúrgicas a médicos/as en formación; y colaborar a que mujeres con este tipo de afección puedan completar su tratamiento. Para ello, se proponen dinámicas que incluyen clases teóricas, discusión de casos clínicos, revista de sala, transmisión en HD de cirugías en vivo y videos educativos de intervenciones a través de teleconferencias.

En tanto, en Río Cuarto, el viernes 31 de octubre (desde las 18 horas en el Salón Blanco Municipal y desde las 19.30 horas, en el Colegio Médico local) se concretarán sendas charlas de concientización, prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama, a cargo de los especialistas Andrés y Soledad Del Castillo, junto al doctor Diego Cagnolatti, dirigidas al público en general y a profesionales de la salud, respectivamente.