En diálogo con Puntal, el doctor Ignacio Escutti, secretario de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Córdoba, confirmó que el Juzgado Federal de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, le remitió un listado con 14 clínicas cordobesas inicialmente señaladas. Con el avance de la causa, ese número ya asciende a 18 centros de salud, según confirmaron fuentes judiciales.
“Las clínicas no compran cualquier cosa ni en cualquier lugar. Para adquirir fentanilo u otras drogas sensibles, deben contar con autorización del Ministerio de Salud provincial y comprar a través de droguerías habilitadas”, remarcó Escutti. Y agregó: “Todo el sistema está regulado para evitar usos indebidos o desvíos”.
Hasta el momento, se investiga la muerte de dos personas en Córdoba luego de haber recibido tratamiento en instituciones donde se habría aplicado fentanilo de los lotes contaminados. Ambos casos están siendo investigados por la Justicia federal, como así también el caso del bebé de tres meses quien continúa internado en grave estado.
Una de las clínicas más comprometidas es la Clínica Vélez Sarsfield, que admitió haber adquirido más de 1.100 ampollas de fentanilo del laboratorio HLB. Sin embargo, los registros judiciales indican que habría recibido 1.702 ampollas, de las cuales 1.696 fueron administradas. Esta discrepancia es uno de los ejes de la investigación.
Desde la misma institución, el director Claudio Pereyra Sueldo negó que el fallecimiento reciente de una niña de 11 años estuviera vinculado al fármaco contaminado. El profesional aseguró que las bacterias detectadas no coinciden con las halladas en los lotes adulterados.
“Actualmente, muchas clínicas cordobesas somos depositarias judiciales de las ampollas remanentes, que fueron puestas en cuarentena por orden de ANMAT en mayo”, explicó Escutti. Según estimó, unas 300 dosis de fentanilo podrían estar hoy bajo custodia en distintas instituciones privadas de Córdoba.
La situación generó también un impacto económico: “Hubo clínicas que ya habían pagado el fentanilo, otras no, pero todas debimos salir rápidamente a comprar reemplazos de un medicamento que se usa a diario en quirófanos y terapias intensivas”, dijo el también director de la Clínica Romagosa.
Escutti aclaró que el uso del fentanilo está sometido a un estricto control legal y técnico. “No cualquiera puede comprarlo. La clínica debe tener una autorización específica y cada pedido va acompañado por un vale respaldado por la farmacia institucional”, detalló.
En caso de una infección en pacientes, el protocolo exige estudios bacteriológicos que permiten detectar la presencia de microorganismos resistentes. Así se llegó a los casos vinculados al fentanilo contaminado: por los síntomas clínicos y los resultados de laboratorio, no por una alerta previa.
“El fentanilo es una droga potente, de uso habitual y crítico. Se emplea en cada cirugía, en unidades de cuidados intensivos y también en cuidados paliativos. Lo usamos todos los días y en grandes cantidades”, señaló.
El expediente que investiga las responsabilidades penales por el fentanilo contaminado está en manos del juez Kreplak, con sede en La Plata. La causa apunta directamente contra HLB Pharma, responsable de la producción y distribución del lote adulterado con las bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, detectadas tanto en los envases como en muestras clínicas.
A nivel nacional, se distribuyeron unas 154.000 ampollas, de las cuales se habrían administrado más de 42.000, según datos preliminares. El 8 de mayo, ANMAT ordenó la inmovilización de las partidas sospechosas, y días después amplió la prohibición a todos los productos de HLB Pharma, que desde entonces se encuentran bajo revisión judicial.
El listado de centros cordobeses que habrían recibido fentanilo contaminado incluye, entre otros:
Clínica Vélez Sarsfield
Clínica Privada Santa María
Sanatorio Mayo
Sanatorio Argentino
Instituto Médico Río Cuarto
Policlínico San Lucas
Clínica Romagosa
Clínica Caraffa
Sanatorio del Salvador
Sanatorio Parque
Clínica Colombo
Sanatorio Argentino
Sanatorio La Cañada (Córdoba y Río Tercero)
Clínica Especialidades Villa María
Clínica Jesús María
Clínica Dr. Gregorio Marañón
Sanatorio Aconcagua
Instituto Privado del Interior
La causa sigue en desarrollo, y tanto la justicia como las instituciones médicas continúan trabajando para determinar el alcance real del daño y la eventual responsabilidad civil y penal del laboratorio proveedor.
Como publicó Puntal el pasado 5 de agosto, uno de los casos más delicados es el del pequeño G.B., un bebé de apenas tres meses que permanece internado en grave estado desde el día de su nacimiento. Su papá, Darío Benavídez, relató que el niño fue sedado con fentanilo en la Clínica Vélez Sarsfield, y luego comenzó a sufrir una cadena de complicaciones que, tiempo después, fueron relacionadas con el uso del lote contaminado. El caso motivó la primera denuncia penal en Córdoba y expone con crudeza las consecuencias sanitarias y emocionales que este escándalo está dejando en las familias afectadas.