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En los merenderos, niegan que haya caído fuerte: "Viene más gente"

Según dijeron a Puntal, “mucha gente no llega a fin de mes y otra se quedó sin trabajo y sale a pedir comida”. En el Municipio, niegan que haya habido una importante disminución. Mensualmente, se asiste a 30.000 personas

En los merenderos barriales, niegan que haya bajado fuertemente la pobreza: “Cada vez viene más gente”, coinciden.

Según dijeron a Puntal, “mucha gente se quedó sin trabajo y sale a pedir comida”.

En el Municipio, niegan que haya habido una disminución abrupta de la pobreza en la ciudad.

A los merenderos barriales no solamente va la gente de siempre, que no tiene qué comer, sino también la de clase media, a la que no le alcanza el sueldo y no llega a fin de mes.

Según el Indec, hubo una fuerte caída de la pobreza en la ciudad: hoy está en el 24,4% y hay 44.912 riocuartenses bajo esa línea.

En el primer semestre del 2025, cayó un 29,9%, luego de haber estado en el 54,3% en igual lapso del 2024.

En tanto, la indigencia bajó del 14,4% al 3,6% y hoy hay 6.686 riocuartenses indigentes.

Mientras tanto, a nivel nacional, descendió al 31,6%, y en Córdoba, al 29,5%.

“Para nada bajó. Al contrario, seguimos asistiendo a la misma cantidad de gente y se está sumando gente que después del día 20 no tiene qué comer”, afirmó ayer a Puntal el coordinador de La Casita de Francisco, Mario Muro.

“Se acercan con mucha vergüenza y nosotros podemos ayudarlos con algún alimento porque no llegan a fin de mes”, añadió.

Por su parte, la responsable del merendero Monseñor Romero, Beatriz Vélez, opinó en diálogo con Puntal: “Escuchás lo que te comentan, que se quedan sin trabajo, comer carne es un lujo permitido de vez en cuando. Están a merced de un sistema de salud con bastantes limitaciones. Y a veces tampoco consiguen los remedios y preguntan por Cocaen o farmacias parroquiales”.

“Para nada bajó. Al contrario, seguimos asistiendo a la misma cantidad de gente y se está sumando gente que después del día 20 no tiene qué comer”, afirmó ayer en diálogo con Puntal el coordinador de La Casita de Francisco, Mario Muro.

En tanto, el párroco de San Pantaleón, Carlos Arce, puntualizó a Puntal:“Hay más demanda social porque muchos de nuestros vecinos viven por el trabajo ofrecido por otras familias de clase media. Pero ese sector se ha visto superajustado y ha disminuido los servicios como el corte de pasto, la pintura de la casa o el lavado del auto”.

“Y, en el ajuste de las familias de clase media, tenemos muchas familias sin trabajo”, afirmó.