Oberto señala que la sindicalización internacional es cada vez más importante, ante el avance del plataformismo, de la internacionalización de las empresas y de los nuevos modelos laborales. “Son esquemas que plantean problemas comunes en todos los países”, señala.
En la semana del empleado de comercio, Oberto habló de su cargo a nivel internacional, de los cambios en el mundo laboral y los desafíos que se vienen ante la transformación constante que genera la tecnología.
“Así como existen los sindicatos locales, como en este caso Agec, existen los sindicatos nacionales como es Faecys; y existen los sindicatos internacionales como es UNI. Ese sindicato internacional está a nivel mundial y después a nivel continental.A nivel global, es UNIGlobal y, a nivel continental, se llama UNI Américas. Dentro de cada continente, está el Consejo Directivo de cada sector. UNI es el sindicato que nuclea a todos los candidatos de servicios, donde están comercio, sanidad, correo, limpieza, bancarios, muchos sindicatos del sector servicio. En el sector netamente de Comercio, desde Canadá, Estados Unidos, pasando por Centroamérica y todo Sudamérica, eligen un Consejo Directivo y yo fui reelecto como presidente del sector comercio. Soy el que más tiempo ha estado en el cargo como presidente porque normalmente son mandatos de un período de 4 años. En el caso nuestro, hay un staff en la sede del sindicato, en Montevideo, está la sede de América y hay un staff de gente que trabaja de acuerdo al lineamiento que el Consejo Directivo decide.Es una tarea que desarrollamos líneas de trabajo principalmente con las multinacionales, las multilatinas, se trata de firmar convenios marco para que cuando se asientan las empresas se puedan armar sindicatos, para que haya criterios comunes. Comercio ha sido uno de los sectores que más impacto ha recibido en esta etapa de cambios tecnológicos y hay que generar respuestas ante esos cambios”, dijo Oberto.
Su participación internacional arrancó en 1999, cuando ganó una beca para la OIT;estuvo en Italia, en Alemania, comenzó a trabajar en las estructuras laborales italianas, españolas, a estudiar los sistemas previsionales y de seguridad social en Europa. “Después me involucré en el Mercosur y en América y surgió lo del sindicato UNI. En un momento, dicen que había que poner a un argentino. Yo no estaba ni en la lista porque mucha gente de mi federación tal vez podría haber ocupado ese lugar. Pero los europeos me conocían y ahí surge la posibilidad de ejercer el cargo, que primero fue como vicepresidente y después como presidente”, relató.
- ¿Los sindicatos internacionales son cada vez más necesarios ante el hecho de que hay una gran cantidad de empresas con alcance global?
- Así como los capitales se mueven sin los límites de los estados, pasa con las multinacionales, con este tipo de empresas. Las empresas van y desembarcan con su propio modelo laboral y la misma empresa en un país como Argentina tiene una actitud, en Brasil también se encuentra con sindicatos de muchos años, pero van a Perú y te echan a los que se quieren sindicalizar; en Colombia hacen lo mismo. Y es la misma empresa. ¿Por qué esa empresa hace eso?Las grandes empresas aprovechan: donde no hay sindicatos no hay derechos laborales. En Perú no teníamos sindicato de comercio y no había aumento salarial. Ni medio sol de aumento daban. Y cuando se armó el sindicato después de dos años tuvieron el primer convenio laboral y el primer aumento salarial. Este es el trabajo de UNI para tratar de resolver los problemas comunes. En Estados Unidos, por ejemplo, hay una ley que establece que si el 50% de los trabajadores no están de acuerdo no entra el sindicato. Y en Amazon hacen elecciones y cuando ven que supera el 50 por ciento echan gente que está de acuerdo y entra gente nueva. Entonces nunca llega al 50 por ciento. Es como era Walmart al principio hasta que lo doblegamos. Y hoy a Amazon en Brasil, por ejemplo, lo sindicalizamos. Y fue una tarea terrible.
- Uno de los cambios en las metodologías laborales pasa por el plataformismo, que redefinió en muchos casos las relaciones laborales.
-Acá la gente lo conoce principalmente por Uber. Todo lo que es plataformismo, que en el mundo se generó como un nuevo formato de trabajo, ha precarizado mucho porque no está reglamentado en la mayoría de los países y es un tema que está manejado ya no por un recurso humano, un gerente, sino por una computadora que te va calificando por las tareas que hacés y las horas que trabajás. Entonces, cuando la persona se enferma la calificación baja y cobra mucho menos. Es un sistema perverso. Y los trabajadores quieren cumplir cada vez más con lo que le exige la computadora o su jefe de personal, que no deja de ser un programa, para poder estar calificado y ganar lo que pretenden ganar.
- ¿Impactó en el resto del mercado laboral?
- Sin duda. Impacta en el resto porque la tercerización empezó a hacer que las empresas achicaran su planta normal y que pasaran a tener trabajadores de una tercera empresa. Esa tercera empresa, que antes era un monotributista, ahora ya ni existe sino que es una compañía de plataforma que muchas veces no está ni en la ciudad y es la que le paga a una persona. Tienen una pequeña oficina o dentro de alguna empresa o en algún lugar alejado. Se trabaja prácticamente todo informal con una facturación enorme. México, por ejemplo, acaba de regular el trabajo de plataforma.Es uno de los primeros países de América Latina que lo ha hecho. La ley salió en diciembre y ya está en vigencia. Define que el trabajador de plataforma tiene que estar en relación de dependencia, aportar a la seguridad social. Porque el problema es que la gente que trabaja con el tema plataforma no tiene obra social, no aporta para la jubilación, no tiene seguro de riesgo. Está fuera del sistema de la seguridad social.
Desde UNI hemos hecho una tarea muy rica en posibilitar el crecimiento de los derechos laborales. A uno le llena el alma poder trabajar en estas cosas porque así como en la obra social resolvés problemas de salud que son muy importantes para la gente, cuando uno resuelve el tema de derechos también es muy importante. A mí nadie me puede decir que los sindicatos no sirven. Los que no sirven por ahí son los sindicalistas o la gente que está delante de un sindicato. Pero los sindicatos son los que agrupan a la gente para lograr derechos, para lograr mejoras salariales o de condiciones.Donde no hay sindicatos no hay derechos. Es mentira que donde no hay sindicatos las empresas te dan aumento salarial o derechos. Cuando uno escucha a los gobiernos de turno decir que hay que sacar a los sindicatos porque entorpecen todo, bueno, la realidad sería que no tendríamos aguinaldo, ni vacaciones, ni un aumento salarial, ni días de licencia ante un fallecimiento, ante enfermedades. Los sindicatos tienen una responsabilidad muy grande en la sociedad y seria porque el sindicato no está para destruir empresas, está para acompañar el crecimiento, la productividad y hacer que eso también llegue a la gente.
- En Argentina, hace mucho que se habla de una reforma laboral y el actual gobierno la plantea con una mirada muy diferente a la que tienen los sindicatos.
- Este gobierno plantea una reforma laboral para debilitar a los sindicatos. Siempre digo que en Brasil hicieron una reforma laboral que teóricamente iba a hacer que las empresas tomaran más personal y terminaron precarizando los trabajos y debilitando a los sindicatos. Hoy, a pesar de que está Lula, una vez que se pierden cuesta recuperar esos derechos. Argentina está viviendo un proceso similiar a Brasil y quieren debilitar a los sindicatos para que no haya derechos. Hablan de banco de horas, que sería que no te pagan horas extra sino que vos acumulás horas y te las devuelvo los días que hay menos gente en el comercio, después del 20. Tomate el día pero no te pago las horas extra, ni los domingos. Tampoco te quieren pagar el aguinaldo con la lógica de que te pagan todos los meses. La gente usa el aguinaldo para comprar lo que no pudo comprar en el año. El aguinaldo es un derecho, lo mismo que las vacaciones pagas. Incluso ya no discuten los días de vacaciones.Te dan todo lo que quieras;te dicen que si querés te tomés dos meses pero no te los quieren pagar. Con respecto a la indemnización, está bueno plantear un esquema diferente, terminar con la judicialización, pero el trabajador tiene que estar defendido. No puede ser tan fácil despedir a alguien por cualquier cosa.
Yo no le tengo miedo a discutir una reforma laboral. Y creo que la mejor reforma sería implementar los nuevos sistemas de trabajo. La reforma laboral tiene que estar apropiada a los tiempos, tratar de no perder derechos y, si no, cómo son reemplazados esos derechos. La indemnización no puede desaparecer. Hay que tener mucho cuidado con lo que se discute. Una reforma laboral en un momento difícil como el que vive Argentina es delicado. No nos puede pasar lo que pasó en Brasil. Acá lo vivimos en la época de Cavallo, cuando bajó los aportes porque con eso las empresas iban a dar más puestos de trabajo. Recordemos la baja de aportes del sistema jubilatorio del 11 al 7 por ciento. Pasó que no se generó más empleo, se descalzó el sistema jubilatorio porque entró menos plata a la Caja. Las cosas que se hicieron mal que no se repitan.
Una gran reforma que hay que hacer es la cantidad de horas que se trabaja.Estamos con la ley de 48 horas, en Córdoba con 44 pero no está reglamentada. En Chile están en 44 y en 2028 llegan a 40. Brasil va a llegar también a 40. En el mundo se apunta a trabajar 4 días y descansar 3, sin bajar la calidad de ingreso. Son temas que hay que analizar porque una buena discusión también es qué tipo de vida queremos:¿queremos una vida ligada prácticamente al trabajo y que no tengamos horas de esparcimiento, para la familia? Río Cuarto, por ejemplo, debería tener el horario continuo en vez de discontinuo. Es un debate que creo que se va a dar el año que viene. Los empresarios están divididos con respecto a este tema pero creemos que sería lindo probar un modelo diferente porque en el mundo se discuten estas cosas. Reforma laboral y calidad de vida tienen que ver. Una encuesta que me impresionó mucho señala que de cada 10 trabajadores, 8 tienen problemas de salud vinculados con el estrés. También hay que trabajar en eso, en fomentar calidad de vida.
Oberto señala que el mercado laboral va cambiando constantemente y que los trabajadores deben prepararse para esas mutaciones: “Caen muchos puestos de trabajo pero también se crean nuevos puestos. Esos puestos están todos ligados a la tecnología. Por eso decimos que hay que hacer una reconversión del trabajador que uno conoce en el comercio, hay que hacer que ese trabajador tenga conocimiento básico de tecnología y todo lo que pueda hacer en tecnología le va a venir bien. La gente tiene que estar preparada, por eso nosotros tenemos colegios propios de formación profesional, tratamos de que la gente estudie sin pagar nada y tratamos de que a nivel internacional los sindicatos de comercio logren que los estados también logren esa capacitación”.